21 diciembre 2015

20D quiz.

Pase lo que pase en estas elecciones, seguro que cada uno trazará su propia línea de puntos.


También estoy segura de que habrá sido un triunfo de la democracia, unas elecciones históricas, de que el pueblo ha hablado y ha decidido que quiere (póngase aquí lo a que a uno le convenga).


17 diciembre 2015

Cosas que no cuentan como regalo.

Voy a aprovechar estos momentos de consumo navideño y cartas a los Reyes Magos para hacer la lista de cosas que, no sólo no quiero como regalo, sino que ni siquiera concibo como tal.

Inspired by quotesideas.com

Cremas.
Da igual que sean extraordinarias, carísimas, milagrosas, secretas, un imprescindible o lo mejor para las arrugas con resultados extraordinarios. Si me da pereza gastarme mi dinero en cremas, tampoco quiero desperdiciar mi comodín sorpresa así.
Además, detrás de la buena intención subyace un punto de cruda realidad porque hidrata genial (cara acartonada), va fenomenal para las patas de gallo (que ya tienes, campeona), reduce ojeras y bolsas (ojos hinchados), efecto lifting (pelleja). Peor todavía si son corporales: reafirmante (blandengue), anti celulítica (¡horror!) o exfoliante (piel chunga por todo tu cuerpo).
Es como regalar un vale de farmacia, no voy a morir de emoción.

Colonias y perfumes.
Sé que es uno de los grandes éxitos navideños pero me da la misma pereza que las cremas, aunque los frascos son mucho más decorativos.
Personalmente, llevo años tratando de encontrar una colonia que no me resulte empalagosa (el perfume, ni tocamos) y utilizando Zara Baby a 4,95€ así que no sabría apreciarla y tendría que cambiarla seguro.
Estoy demasiado cerca del litro de Nenuco como para valorar el dispendio de Chanel nº 5.

Zapatillas de casa.
¿Te ha pillado el toro, eh? Pues se nota.
Tan ilusionantes como un paquete de arroz, puede que las necesite pero eso no las hace apetecibles en ningún caso.

Peluches.
Es algo que tengo la necesidad de aclarar desde que dejé mi niñez, no fuera ocurrírsele a alguien –normalmente, un varón- presentarse con un puto oso pensando que es algo guay.
Es un muñeco y tengo 15, 20, 25 años… ¿qué se supone que tengo que hacer con eso? ¿De dónde se han sacado los tíos esa idea de peluches y chicas?
Menos mal que ya estoy fuera de edad para estas chuminadas.

Electrodomésticos.
Así, en general, todos están demasiado cerca de ser una batidora y, claro, no podré evitar llevarme un chasco, aunque venga con todos sus accesorios y pueda hacer una deliciosa isla flotante en 5 minutos.



La necesidad no es siempre un buen indicador a la hora de regalar. Me hacen falta unas medias, pilas, betún negro, ibuprofeno 600 mg, una bombilla, unas zapatillas y espero que nada de eso me caiga por Navidad.

14 diciembre 2015

¿Y si volvemos al álbum?

Mi infancia está en un álbum azul en casa de mis padres, la de mi hijo en millones de fotos y vídeos guardados en todos los teléfonos, cámaras y ordenadores que he utilizado durante estos años.


He retratado tantos instantes de su vida que necesitaría otra para poder verlo todo.
Sé que grabé su primer baño, sus primeras frutas, sus primeros pasos y todos sus intentos comunicativos, aunque ahora no sé exactamente dónde están.
Apostaría a que existe una foto de casi todos los días de su vida, aunque estén guardadas con un nombre tan sugerente como 582LXTWS.

Está todo el material almacenado, desordenado y disperso en tarjetas de memoria, en discos duros, en carpetas, en alguna parte, en algún dispositivo. Megas y megas de recuerdos que no harán más que aumentar, porque seguiré haciendo fotos y vídeos a mansalva. Y los guardaré en mi teléfono hasta que no quepan más. Y entonces lo pasaré todo al ordenador y se guardarán con un una nueva y confusa combinación alfanumérica 579HXMW.
Calculo que seguiré así hasta acumular un terabyte o hasta que cumpla los 12, que es cuando termina mi álbum. No sé si será el tope de interés paterno o es que a mis padres les tocaba comprar el siguiente tomo y decidieron dejarlo, como en la adolescencia estamos tan feúcos.


Tal vez sea una buena idea empezar a imprimir. Hacerle un álbum, en lugar de darle un USB cuando sea mayor, y que pueda ver los momentos estelares de su vida, en vez de su infancia en tiempo real.
Total, sólo son cinco años de material sin clasificar…



10 diciembre 2015

Una fotógrafa: Vivian Maier.

Fue descubierta por casualidad y así es como yo la he encontrado.


03 diciembre 2015

Las decisiones de cada día.

Todos los días hay un montón de decisiones pereza que tomar, desde que abrimos un ojo hasta que caemos rendidos. Y siempre son las mismas.

  • ¿5 minutos más?
  • ¿Me lavo el pelo?
  • ¿Qué me pongo?
  • Uniforme pero ¿pantalón largo o corto?
  • ¿Cojo el paraguas?
  • ¿Abrigo más al niño?
  • ¿Me cambio de bolso?
  • ¿Qué le pongo de merienda?
  • ¿Qué puré me llevo a la oficina, calabaza o verduras de la huerta?
  • ¿Otro café?
  • ¿Imprimo en blanco y negro o a color?
  • ¿Hoy o lo dejo para mañana?
  • Responder o no responder al mail, he ahí la cuestión.
  • ¿Digo algo?
  • ¿Apagar o bloquear el PC?
  • ¿Hago la compra o aguanto otro día?
  • ¿Más dibujos o me estoy pasando de confort?
  • ¿Quiero ser Hulk o el Capitán América?
  • ¿Baño rápido o ultrarrápido?
  • ¿Bronca o hacerme la sueca?
  • ¿Qué cenamos?
  • ¿Verduras o tiramos por el camino fácil?
  • ¿Con o sin kétchup?
  • ¿Qué cuento leemos hoy?
  • ¿Libro o ver una serie?
  • ¿De qué coño escribo hoy el post?


Ojalá sirviera la moneda.