28 abril 2014

Compromiso.

Desde el más absoluto de los suspensos, me atrevo a preguntarme qué nos está pasando. ¿Por qué tantas separaciones, divorcios, finales? ¿Qué pasa con la promesa de ser fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad y amar y respetar todos los días de la vida? Parece que las palabras se las llevó el viento…


Creo que el compromiso se ha vuelto otro producto de consumo, con fecha de caducidad en la tapa. Nuestra palabra vale cada vez menos, o vale mientras todo lo demás permanezca en armonía. Ya no somos capaces de luchar, de pelear por aquello en lo que un día creímos. Tiramos la toalla en cuanto la pendiente se vuelve escarpada pero, ¿acaso pensábamos que iba a ser siempre un camino de rosas? Sabemos que tocarán tiempos difíciles y, sin embargo, llegada la hora de hacer el esfuerzo, éste nos parece desproporcionado. No tenemos la certeza de que vaya a compensar tanto sudor y tanta lágrima. Y cortamos por lo sano. Nos plantamos. Se acabó.


Contar con mayor independencia nos da libertad y nos quita aguante. Podemos permitirnos abandonar el barco en mitad de la tempestad pero, entonces, no sabremos si el viaje llevaba a buen puerto y nos perderemos el paisaje cuando amaine la tormenta.

Tal vez idealicemos las relaciones, y la vida en general, esperando que todo fluya. Sin esfuerzo, sin sacrificio, sin renuncias. Pero escoger implica decir que no, siempre habrá una senda que nunca recorreremos. Comprometerse es saber que nuestra elección, nuestro camino, es el que merece la pena ser caminado. Y sudar cada pendiente, desollarse las manos escalando las rocas, calarse hasta los huesos cuando caiga un chaparrón, confiar entre la niebla. Para disfrutar de la llanura.


Espero ser valiente, paciente y cumplir con mi palabra.

24 abril 2014

Callejeando por Estambul.

Haz lo típico.
Improvisa.
Sigue una ruta.
Piérdete.
Súbete a un autobús, patea, coge un taxi, el metro, el tranvía, un barco.
Mira, huele, prueba, regatea, curiosea, entra, pregunta.

 

Hazlo como quieras pero, si puedes, ve.

14 abril 2014

Boda de día (low cost, of course).

Empieza la primavera, se abre la veda bodera. Por supuesto, ya he empezado a fisgar qué se cuece en H&M. Aquí dejo algunos resultados de mis pesquisas. Diría que las propuestas son más para eventos de mañana, pero es mera intuición.


Os presento dos looks que he pillado de la web tal cual y me han encantado.

Mezcla de colores muy chula (Gucci nos quitó el miedo a estas combinaciones hace ya unos años). El precio de los zapatos se les ha ido un poco de las manos así que es un buen momento para reciclar unos dorados, beige o nude que tengamos de eventos anteriores.

Pantalones estampados de satén y una chaqueta dorada ilocalizable (¿existirá realmente?). Me parece muy divertida la pinta tirando a con mi chándal y mis tacones, arreglá pero informal, domingo por la mañana él me saca a pasear, como cantaba la Martirio.


Y aquí van tres de cosecha propia.

Falda tubo dorada y blusa cortita con bordado de cuentas. No necesita ningún accesorio que ya vamos tirando a barrocas.

Un look años 50 sencillo, femenino, elegante y con clase –siempre he querido escribir todas estas cosas sobre ropa, he visto el momento y me he venido arriba-. En este caso, se agradecerá un buen complemento fiestero (súper pendientes, pedazo de collar o tocado) para estar perfectamente engalanada para la ocasión.

Vestido de tweed (o algo que se le parece mucho de lejos pero es mucho más barato) en tonos pastel. Una monerie de lo más chic.
Nota: Muy importante no mirar los pies de la modelo, esos zapatones destruyen todo a su paso. Esforzaos, abstraeos y lo veréis transformarse en una idealidad.


Como siempre, y para mi desesperación, mucho de lo que veo en la tienda no está en la web y lo que ficho en la aplicación no consigo localizarlo… Que Dios reparta suerte, se alineen los astros y nosotras consigamos comprar todo lo que hemos fichado.

10 abril 2014

Libros abandonados.

Es difícil dejar un libro. Cuando empiezas uno es como si hicieras un pacto de sangre y te vieras obligado –condenado- a terminarlo. Cuesta mucho decir que no, sientes como si lo abandonaras, como si no te hubieras esforzado lo suficiente para poder apreciarlo. Hay que hacerlo unas cuantas veces para coger soltura, colocarlo de vuelta en el estante y elegir uno nuevo.


Para llevar bien este proceso hay que interiorizar que no tiene por qué ser culpa del texto, que no estás haciendo un feo personal al escritor y que no eres un paleto porque no estés disfrutando con un clásico de la literatura mundial, intemporal, magistral. Puede ser que, simplemente, no sea vuestro momento. A lo mejor en otra década… Si consigues que estas cuestiones no te supongan un problema, podrás dejar un libro a medias sin agobiarte (yo me sentía hasta culpable).

Cada vez detecto con mayor rapidez los síntomas: si no encuentro el momento de abrirlo, elijo cualquier actividad a la lectura, enciendo la televisión, trasteo con el iPad o llevo más de un mes con uno en la mesilla de noche es que ha llegado el momento. Es la hora de decir adiós.

Me he despedido de grandes clásicos y de basurilla. De novelas eternas y de otras más breves. Si mi ritmo lector se va reduciendo hasta quedarse en unas miserables páginas semanales, tengo que tomar medidas urgentes.

Confesiones
Aquí van algunos de mis abandonos literarios:
- Fascination. Stephenie Meyer. 526 páginas. Abandono en la 273.
- Grotesco. Natsuo Kirino. 605 páginas. Abandono en la 255.
- Crimen y castigo. Dostoievski. 713 páginas. Abandono en la 297.
- Defender a Jacob. William Landay. 542 páginas. Abandono en la 125.
- Je vais mieux. David Foenkinos. 329 páginas. Abandono en la 35.
- Wilt. Tom Sharpe. 251 páginas. Abandono en la 99.
- La broma infinita. David Foster Wallace. 1208 páginas. Abandono en la 65.
- Una parte del todo. Steve Toltz. 665 páginas. Abandono en la 179.


Conclusiones
- Lo intento con bastante ahínco.
- No discrimino autores; me desprendo de hombres y mujeres, de americanos, japoneses, rusos o australianos.
- Los bestseller pueden estar muy alejados de lo que esperabas. Y los clásicos, ni te cuento.
- Cabe la posibilidad de que una obra cumbre de la literatura no esté hecha para ti.
- El sentido del humor no es universal y el del ridículo tampoco. Si utilizamos el segundo para conseguir el primero, habrá gente como yo que se angustie y no se ría.
- Policiaco y trepidante no siempre van de la mano. He preferido quedarme con la duda sobre la identidad del asesino a morir de aburrimiento mientras lo iba averiguando muy lentamente.
- Chicklit no implica divertido, ligero y fresco. El tedio también se da en tonos pastel.
- A veces elijes el peor momento personal para imbuirte en una tragedia ajena. Aprovechémonos de la ficción y vivamos una vida mejor, más fácil, llena de amor, felicidad, amistad, salud, dinero… Desconozco cómo se hace para que no resulte un coñazo, pinta francamente mal con esos ingredientes.
- En ocasiones el abandono es sin premeditación. Sólo voy a empezar a leer un poco de este otro libro y, cuando lo termine, vuelvo. Y nunca lo hice.


La verdad es que existen miles de libros que te apasionarán y tu tiempo es limitado, ¿por qué no reconocer el desamor y cortar por lo sano? Yo tuve que dejar a Steve Toltz porque con Sólo una mirada de Harlan Coben se interpuso entre nosotros, aunque sé que es sólo una aventurilla de una semana.


07 abril 2014

Fan de Los Simpson.

Soy una gran fan de la serie. O lo era. De aquellos capítulos que daban hasta la saciedad en Antena 3. Todos los días, a las 14:30, antes de los informativos.


Esos episodios en los que aparecía Encías Sangrantes y Maude Flanders seguía viva; en los que el abogado Lionel Hutz no solucionaba ni uno solo de los problemas judiciales de la familia y el Dr. Nick Riviera ejercía de matasanos; cuando Disco Stu se daba un garbeo en patines sin venir a cuento o aparecía Troy McClure y su “Hola, soy Troy McClure, tal vez me recuerden de películas como…



Los he podido ver seis, siete u ocho veces. Me sé diálogos y canciones, cosa que a mí también me impresiona, pero conozco la letra de Lisa hoy es tu cumple y puedo tararear el anuncio del todoterreno Canyonero, Canyonerooo.



Conozco el origen del pánico a volar de Marge: un padre azafato en lugar de piloto, de la bondad y buen humor de Flanders fruto de unos padres beatniks y el oscuro secreto de Troy McClure: piscifilia.



Algunas situaciones se han convertido en concepto familiar.
- Arnin Tanzanian adoptando la identidad de Seymour Skinner, su madre haciéndose la loca y dándole la bienvenida junto con indicaciones sobre la ubicación de su habitación, “subiendo las escaleras, la primera puerta a mano derecha.”
- La idea que Homer tiene del ballet: un oso, en una pista de circo, con un sombrero turco, conduciendo un coche en miniatura.
- Su vagancia llegando hasta cotas extremas y poniendo a un pájaro de juguete a darle al YES de su PC.
- Que Bart quisiera un elefante de mascota y no recordara que ya había tenido uno. Lisa: “Tuviste uno, se llamaba Pisoni, lo adorabas.



Me muero de risa con la anatomía secreta de Flanders, que Homer nos desvela en un vídeo promocional.



Ya no me hacen tanta gracia como antes. Supongo que he perdido el hilo, como ya no puedo verlos a las 14:30 en A3TV...


03 abril 2014

Chat de amigas.

Hace tiempo que nuestro chat se merece un post. Porque es la caña.
Sirve para todo, desde lo más chorra hasta lo más importante. Todas estamos ahí en esos momentos buenos, malos, aburridos, tristes, sinsorgos, inspirados o marujiles que necesitamos compartir con nuestras amigas.

Pena todas las que no estáis. ¡Necesitamos foto de grupo!

Pero, además de lo evidente, tiene un millón de utilidades.

Consultas pediátricas
Si una criatura cae enferma, primero se informa al grupo sobre la sintomatología. Probablemente, tenga lo mismo que acaba de padecer el retoño de una amiga. Y esos sabios consejos, ese trasvase de conocimientos, ayudan un montón. Ahora ya sabes que tiene la clásica gripe de abril, que ataca un poco al estómago, dura 3 días, no da mucha fiebre pero necesita antibiótico y se contagia a toda la familia con sólo una mirada.
En caso de dudas más urgentes, disponemos de un servicio 24 horas de pediatría. Envías un mensaje con edad, peso y síntomas y Á. se pone en marcha, informa a su hermano pediatra y nos contesta enseguida con las medidas a adoptar. ¿No es la leche? Quita agobios a la velocidad de la luz.

Dudas médicas
Nuestro chat cuenta también con un gabinete médico. Nuestra amiga A., médico de cabecera, está siempre dispuesta a echarte un cable. Desde recomendarte un ibuprofeno hasta explicarte en qué consiste la enfermedad de un pariente. De una receta de antibiótico para las anginas a tirar de teléfono porque tiene un colega que trabaja en el hospital donde está ingresado tu padre.
La rueda se pone a girar en cuanto necesitas ayuda, si no es el padre de T., es el de M. o un tío, una cuñada. Son capaces de conseguirte cita con un especialista en media hora.

Preguntas ginecológicas
En un chat de tías que no paran de reproducirse, el ginecólogo es un must. Éste es el universo de Z., aquí ella es la jefa. Trabaja en el IVI así que, lo que no sepa, lo pregunta en segundo. En menos que canta un gallo te están haciendo una ecografía tranquilizadora, oyendo el latido y viendo que todo marcha bien. Cualquier embarazada sabe que esto no tiene precio.

Trucos de maternidad
La criatura no come muy bien, coméntalo, seguro que alguna ha descubierto un apaño.
No duerme, tendrás un combinado de teorías sobre el sueño que te será de gran utilidad.
No te hace ni puto caso, comparte la frustración con las demás. Saber que no eres la única suspensa en maternidad es la mejor terapia, aunque no soluciones el problema.
No para de llorar, seguimos esperando una respuesta o consejo práctico sobre esta cuestión.
No habla, anda, gatea o lo que sea que tiene que hacer en este momento, contrasta información en el chat porque la mía no anduvo hasta los no sé cuántos meses, mi niño no hablaba nada, mi hija nunca gateó. Y la preocupación se evapora. Y reaparece dos horas más tarde, que seguimos siendo madres.

Guía educacional
Ayer dimos un paso más, atacamos un nuevo flanco. Surgieron dudas sobre educación religiosa. Y todas a opinar, que para eso estamos.
La hija de Á., de apenas 4 años de edad, está viviendo una etapa muy mística. Ha interiorizado hasta tal punto las clases de religión que está a un paso de ser una Santa Teresa de Jesús con bucles dorados o una Pitita Ridruejo en miniatura. Entonces a C., creyente con niña matriculada en un colegio laico, le sobrevino la gran pregunta: ¿cómo hará ella para evangelizar a su pequeña, que no escuchará mentar ni a Dios, ni a la Virgen, ni nada sagrado en horas escolares?
Yo puedo ayudarte, le dije, creo que sé qué no debes hacer. Hemos quedado en que le iré comentando cómo nos educó mi padre, religiosamente hablando, para que haga lo contrario. Él ha conseguido criar a tres ateas, una de ellas militante. Quién sabe, a lo mejor sirve.


Pero lo mejor de este chat sigue siendo lo más obvio. Sentirte acompañada, cotillear, hacer terapia de grupo, que se preocupen por ti, estar al día de la vida de las demás, compartir buenas noticias, ver mil fotos de todas sus criaturas, comentar, vacilar, recordar. Lo que tienen todos los grupos de amigas de Whatsapp, vaya.