04 noviembre 2013

El bodrio pretencioso.

El pretencioso es un bodrio disfrazado de buena literatura. No está escrito en verso por el canto de un duro.
Lo óptimo es que el escritor sea francés, parece que las ínfulas forman parte de su genética redactora. Katherine Pancol, Marc Levy, Muriel Barbery, Guillaume Musso -Anna Gavalda queda absuelta porque me mola mogollón- todos han pasado por mis manos, los pillé de lo alto de la torre de best seller.

Mi estantería pretenciosa

Se nota que el autor se está viniendo arriba, se está encantando con sus símiles, sus metáforas, sus hipérboles, su vocabulario rebuscado. Las musas le han hecho una visita y él derrocha pedantería por los cuatro costados. Sus protagonistas no hacen cosas, sino que se deleitan en cada movimiento lento, exagerado, escrupulosamente descrito y cargado de significado. Pero resulta que se están haciendo un café aunque será espeso, oscuro y denso como la tristeza que inunda el alma de la protagonista.

El título
Es el primer asunto que se le va de las manos al escritor.
En mi opinión, siguen el siguiente patrón:


El resultado es una chorrada sin sentido que no tiene nada que ver con la novela. Es sólo darse un halo de misterio y profundidad, “Nunca comprenderéis bien cómo funciona mi mente, ni mi alma, ni qué he querido decir exactamente; soy un ser tan sumamente complejo.”
A mí me parece una gilipollez, el preludio de que estás ante una novela cargada de pretensiones literarias.

El argumento
Suele tratarse de la típica historia de amor pero rodeada de mucha parafernalia. Puede ser entretenida y engancharte, pero no dejará de ser una novela de consumo rápido, un pasatiempo, una película de Jennifer Aniston.
El problema es que el autor se resiste a ese encasillamiento y pretende meternos un gol: dejar huella en el lector. Cree que nos aporta una visión diferente de la vida y nos hace recapacitar sobre las relaciones, el amor y el desamor, la crudeza de la vida. Y, no, esto no sucede en absoluto. Son todo humos de gran escritor cuando su género es el show business.

El desenlace
Como va de novela profunda, no siempre nos pondrán el final en bandeja. Ella y él no pueden terminar juntos, ya sabéis “Esto es la realidad, no un cuento de hadas. La vida es dura. Si queríais otro final, haber elegido un libro de chicas”.
A mayores aspiraciones literarias, más nos alejaremos del ansiado happy end. El novelista se esforzará en demostrar que no es Corín Tellado y puede llegar a cargarse algún protagonista, sólo para que sepamos de qué va esto...
Existe una vertiente más generosa con los lectores y permitirá que los enamorados vivan su romance, aunque no lo harán en plenitud. Tendrán que enfrentarse con un mundo hostil, la incomprensión de familia y amigos, incluso una dictadura, una guerra o la clandestinidad. Pero por lo menos están juntos.


Estas novelas llenan la sección “Los más vendidos” de los grandes almacenes. Si me decanto por uno de estos libros, espero encontrar una historia que me entretenga. No es necesario un argumento complejo (tampoco lo encontraría por estas estanterías), pero sí una trama algo elaborada y no excesivamente previsible. No los escojo porque me vayan a enriquecer así que no quiero ni preguntas trascendentales ni la respuesta que el autor –cercano a la depresión- quiera dar. Nada de quebraderos de cabeza, ni moralejas, ni aleccionamiento vital.
Tú déjate leer, entretenme. “Baila para mí.”

2 comentarios:

  1. Imposible recordar los nombres de los que has leído, además... ¿Eran los ojos amarillos de los escarabajos? ¿los cocodrilos en sombra?¿las tortugas ninja?... Es una zona de las librerías que no frecuento...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ani, no andas desencaminada aunque te quedas un poco corta. Aquí van algunos títulos muy currados:
      - La elegancia del erizo (leído)
      - Los ojos amarillos de los cocodrilos (leído)
      - Las ardillas de Central Park están tristes los lunes
      - El vals lento de las tortugas
      Molan, ¿eh?

      Eliminar