24 octubre 2013

Viejas: exterminio ¿sí o no?

Desconozco en qué momento se pasa de ser señora a vieja. Sé que no es una cuestión de años sino de actitud, hay viejas desde edades muy tempranas. ¿Cómo se pone en marcha el proceso? ¿Es progresivo? ¿Todas llevamos una vieja dentro? ¿Es irreversible una vez desencadenado?

No lo puedo evitar, es superior a mis fuerzas, es ver una y odiarla de inmediato. No las soporto. A ninguna. Me enervan sobremanera. No he conocido ninguna señora mayor que encaje con el perfil de adorable ancianita con toquilla, en plan la abuelita de Pedro y sus panecillos blancos. Nunca, jamás, todas me parecen una viejas y, por ende, unas zorras con muy mala idea.


Soy consciente de lo cruel que puedo sonar pero yo sólo veo hijas de puta camufladas de fragilidad y fuertes como robles. Manipuladoras con piel –arrugada- de cordero. Maleducadas enarbolando su edad y su bastón como excusa para saltarse la buena educación y los modales. Jetas exigiendo los supuestos privilegios que otorga la vejez. Derechos que ellas se merecen de puro vivir, aunque no estén registrados en ninguna parte ni respondan a lógica alguna:
- La cornisa les pertenece los días de lluvia aunque sean las únicas totalmente pertrechadas para el chaparrón: paraguas de 2 metros, gorro y katiuskas. Juraría que bajan a la calle en cuanto empiezan a caer las primeras gotas, por joder. No se va a pasar una todo el día pendiente del tiempo para no restregar su previsión a la mojada humanidad. Y, de paso, colapsar los trozos de acera que ofrecen algo de protección a los viandantes calados.
- El asiento del metro ha de ser suyo, aunque estés embarazada de 9 meses y ella tenga 63 años. En estos casos, se puede señalar la pegatina en la que aparecemos también como ciudadanas preferentes.
- Saltarse la cola del supermercado por llevar un artículo menos. Piénsatelo bien antes de ceder el turno porque van a pagar en monedas de céntimo las 10 latas de comida para gatos. Y odiarás tu civismo. Lección aprendida: “Lo siento señora, tengo mucha prisa.” Sonrisa cordial y entrañas hirviendo de puro rencor. Si ha tenido todo el puto día para hacer recados, qué prisa tendrá ahora.
- Intentar colarse siempre, especialmente en Correos que es un sitio muy pereza para estar. No dudaré en llamar inocentemente la atención sobre este hecho y decir que estaba yo, aunque me haya visto de sobra la muy perra. Siento como la sangre palpita en mis sienes, mi pulso se acelera, la yugular se inflama.
- Cruzar en rojo a la velocidad de un puto caracol. Si voy en coche, tocaré la bocina entre 30 segundos y un minuto. Y menos mal que tengo a bien frenar...
- Pensar que su inteligencia es superior a la de cualquier mortal que la rodee. “Señora, esto es cola única. El último es el señor del fondo. Sí, ése, el que está tan lejos.” El placer que siento al decir esto es indescriptible. La vieja sólo verá mi cara de “no se preocupe por equivocarse, somos humanos” pero yo estoy pensando “¡Te pillé, maldita zorra listilla!”
- Cambiar de opinión en una misma frase, varias veces. Así es imposible no tener razón. “Pues eso, lo que yo te decía...” y listo. Aquí tengo que irme a otra habitación para no gritar “¡Y una leche! ¡Me estabas diciendo justo lo contrario, loca de mierda!”
- Pensar que son ágiles y avezados zorros –a pesar de necesitar andador- cuando son lentas y previsibles viejas. Su poder para subestimarte es tan grande…


Aunque no lo parezca, este tema me desazona mucho. El tiempo apremia, nuestras progenitoras están a punto de ser una de ellas… ¿Y qué vamos a hacer entonces? Pues ya está hablado. Mi madre va a ir al asilo del pueblo de papá. A él le dejaremos en casa, los viejos son más llevaderos. Está avisada desde hace años, sabe que no soporto a las viejas. Nunca ha puesto demasiadas objeciones, creo que lo ve muy lejano.

Lo peor de todo es que, cuando sea mi turno y no quede más remedio que volverse una de ellas, seré la más zorra de todas las viejas.

9 comentarios:

  1. Correos, qué lugar más enervante..

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    1. Uno de los peores sitios, sin duda.

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    2. Junto con la sórdida sala para hacerse el DNI o pasaporte...

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  2. En el mundo de la conducción parece que hay unas reglas específicas para este sector ciudadano. En sus normas de circulación no existen los peatones ni los pasos de cebra, el cuello se convierte en una parte del cuerpo inmóvil que no se podrá girar medio milímetro a izquierda o a derecha. Esto viene muy bien para evitar ver a los peatones en el paso de cebra cegándose en la puta mientras pasan tan campantes.
    No saber que los pasos de cebra existen, viene muy bien también para dejar el coche en ellos cuando apetezca. Y nada de un monetin no, lo suficiente como para poder hacer el pedido mensual del Carrefour.
    El carril rápido es el carril lento para ellas, y el espejo retrovisor solo se usa para mirarse la raya del ojo y no a los conductores de detrás dándoles las largas o chupandoles el culo ya de pura desesperación. Es como si viviesen en un mundo compuesto únicamente por ellas y sus coches.
    Juegan en otra liga.

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    1. Yo lo que no sé es cómo les renuevan el carnet. Es imposible que yo ronde el penco en el psicotécnico y ellas sigan conduciendo.
      Me reitero, son muy cabronas, no les demos, por favor, la posibilidad de manejar maquinaria pesada. Es que no puede acabar bien... Las agujas de punto son un arma suficientemente peligrosa en unas manos inadecuadas. ¿A qué esperan las autoridades para actuar?

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  3. Jajajajaja como me he podido reír y lo mejor de todo es que tienes toda la razón! Son infumables y maleducadas a no poder más! Me siento identificada contigo, no tengo paciencia ni media para aguantar a estas malditas viejas!! No puedo con ellas!! Hagamos campaña!! Besos cris prima

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    1. Cuando curraba en la tienda y entraba una vieja, le decía a mi compañera a ver si podía atender ella, era superior a mis fuerzas.
      La de viejas dando por saco y mareando para no comprar nada pero hacerte sacar todos los pantalones que habrás tenido que aguantar. ¡Pobre Cris! Tienes un trozo de cielo ganado seguro.

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    2. Y a mi me pasaba exactamente lo mismo! Se las dejaba todas a mi compañera... Malditas petardas... Cero paciencia! Se creen encima q hay que guardarles respeto cuando ellas ni siquiera lo tienen hacia los demás! Increíble!

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  4. Por cierto, compartido en mi Facebook..

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