04 julio 2013

Mutación en suegra abuela.

Tengo la teoría, avalada por el 100% de los casos y con una muestra cada vez más amplia, de que las suegras enloquecen cuando se vuelven abuelas.

En realidad, todos los padres se zumban un poco con la llegada de la tercera generación pero, en estos casos, la transformación es mucho más radical. No importa el formato de suegra que tengas (la pérfida, la bondadosa, la viuda, la pasota, la chantajista), el nacimiento las mutará en seres avariciosos de infancia. Y vuestra relación se tensará, mucho.



He identificado una serie de comportamientos que, indefectiblemente, se dará en estas señoras tras tu alumbramiento

Minutaje del tiempo invertido con cada familia.
Comenzará una medición escrupulosa de los segundos que pasa el niño con cada una de las ramas. Y un pormenorizado análisis de los desequilibrios.
El simple hecho de tener un hijo parece obligarte -siempre según su criterio- a un reparto salomónico de las horas de vida del infante. Por supuesto, estarás muchísimo más tiempo con tu familia. Evidentemente. Las cifras no son siquiera comparables. Es tu baja, tu hijo, tu tiempo y, si normalmente no la elegías a ella como compañía, ahora tampoco. Es así de simple, lógica aplastante.



Coacción.
Comienza la guerra psicológica. Van a taladrar a los papás de la criatura con chantaje emocional de mercadillo:
- “Somos abuelas de segunda clase.” Porque tú pasas más tiempo con tu madre que, casualmente, también es la abuela. Y, sí, son abuelas b), las hijas tiramos para casa. Si tienes suerte, tendrás una cuñada (sangre de su sangre) que se ponga a darle nietos tipo a).
- “Claro, como yo apenas le veo...”. Típica frase que soltará cada vez que haya una anécdota nueva relacionada con el bebé. Como es una primicia (que le ha contado el feliz papá), no la ha visto aún, obviamente. Pero nunca habrá comentario en positivo “¡Qué ganas de verlo!” (también nos sacaría de nuestras casillas, pero como no la dice...), mejor cuña de maldad.
- “Normal, es que no me reconoce.”. Como el niño llore en sus brazos, no te libarás del pildorazo, aunque con dos semanas de vida resulte imposible, tenga hambre o sueño o caca o, de verdad, no tenga ni idea de quién es esa vieja.
  


Acoso telefónico.
Empiezan las llamadas. Pero directamente a ti. El intermediario, que ha sido siempre su hijo, se vuelve una figura prescindible. Da igual qué tipo de relación hubiese antes, si hablabais o no, tu maternidad les da derecho a abrasarte a cualquier hora.
Pero si es sencillo llamar, más fácil es no contestar. Nunca.



Persecución.
Si su insistencia telefónica no da los frutos esperados, darán contigo en la calle. Se enterarán de tus rutinas y ¡zas!, ahí estarán. Al doblar una esquina. En el supermercado. En el parque. Cerca de casa de tus padres aunque tengan que hacer tres transbordos de autobús y dos de metro. Saben tus pasos, conocen tus movimientos y se han propuesto encontrarte (bueno, a ti no, a tu hijo).
Además, han perdido cualquier clase de filtro (si es que lo tuvieron, esto dependerá de la tipología suegril) y les importa un comino si estás de paseo familiar, en el parque con tus amigas, tomando un café con compañeros de oficina. Ellas se van a quedar.



Intrusión.
Se acabó preguntar antes de venir. Mucho mejor plantarse directamente en el portal y timbrazo al canto. No hay que descartar que se presente, además, con unos cruasanes, el pan o el periódico. Nada excesivamente currado, lo justo para no aparecer con las manos vacías. Esta parafernalia complica enormemente una queja formal a tu pareja. Y ella lo sabe. Así que son las 8 de la mañana de un domingo y tienes a la señora en tu casa desayunando el bollo que ha traído con el retoño en brazos y toda la mañana por delante... ¡Buena jugada!



Realmente, me da pavor observar esta metamorfosis. No falla, les sucede a todas. Así que, muy a mi pesar, todo indica que me volveré un auténtico coñazo cuando sea suegra y abuela.
  

Y quiero aprovechar para mandar, desde aquí, un mensaje a mi futura nuera. Lo siento mucho, me di cuenta y no supe remediarlo. Pero no lograrás escabullirte, daré (contigo y) con mi nieto...
 
 

13 comentarios:

  1. menos mal que soy abuela por parte de hija , pero he tenido suegra y aunque no la tuviera que compartir con la otra abuela no vivian en la misma ciudad lleve a mis hijas a la guarde con 2años y de eso hace 35 años....

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    1. No te preguntaré si hubieses preferido pistola, hacha, cuchillo, horca...
      Y sí, menos mal que sólo tienes hijas y el asunto no va contigo.

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  2. Yo también seré suegra tipo b), así que empezaré desde ya a pensar triquiñuelas sutiles...

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  3. Ana, serás vieja, no tendrás filtro y te la sudará. ¡Olvida la sutileza y a por ella!

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  4. Joder Lola...lo has descrito a la perfección!!!
    No comento más por si las moscas...jejeje
    Martuja

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  5. Martuja, el 100% de los casos...

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  6. Es la pura realidad, antes de q naciera mi bb la Sra me decía q no la levanten, q no coma esto, q no haga aquello....nace y la vieja me la sacaba del coche para cargarla, aunque su hijo y yo le decíamos q no podía comer algo le valía y le daba....ay un poquito no le hace nada.....como después no es ella la q se desvela......además q tiene voz de trompeta y le habla a mi pobre hija como si fuera idiota...ayyyy hooooola mi amooooor... , y bueno mi hija q hoy tiene un poco mas de dos años hace lo q le pega la gana en su casa...y de paso mi bb tiene la panza delicada, así q cada vez q vamos a esa casa....un 90% vomita o se le suelta la panza, y la doña jamas acepta q fue por su culpa....si les contara la cantidad de noches sin dormir y peleas q tuvimos por culpa de la Sra...

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    1. Mucha paciencia porque sólo te quedan algunas décadas de suegra…

      Entiendo muy bien lo que cuentas pero se me ocurren algunas cosas que, tal vez, puedan ayudarte a gestionar la situación.
      - Estás harta y que cada cosa que hace va al saco de putadas que hace mi suegra así que, probablemente, te cabrees por lo que ha hecho en esta ocasión y por todo lo anterior.
      - Nunca te dará la razón, antes muerta. No te pelees por eso, tú sabes que la tienes. Discutir es dejarle terreno para que se excuse, mejor si se queda sin él. Si tienes ocasión, le dices que el bebé ha vomitado porque ha comido porquerías (no es necesario especificar quién ha sido, es evidente para las dos) y se acabó la conversación. Eso da mucha más rabia.
      - Prueba a pastorear un poco, usar algo de mano izquierda. Recuerda que lo primero que quieres es que no le dé de comer mierdas. Céntrate en eso. Dile que te lo ha dicho el pediatra, coméntale que estás preocupada, que tenéis que vigilarlo para que no pierda peso (no sé, lo que se te ocurra). Creo que si la haces cómplice, se implicará con el asunto. Lo hará mejor y tú estarás más tranquila. Piensa que es sólo una estrategia para conseguir lo que quieres.
      - En casa de los abuelos van a hacer siempre lo que quieran, es imposible que ellos los eduquen. No pasa nada, a nosotras también nos consentían, es lo que toca.

      ¡Mucho ánimo!

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  7. Amiga! Lo intento una y otra vez q pasamos por esa casa no puedo:( parqueamos en la puerta y ya estoy tensa...
    El otro día almorzamos con ella y te re juro q le vale #@€%%& lo q hablo o le digo....había pastel y mi bb esta con su wuatita suelta y para variar me la quita de los brazos contra la voluntad de mi bb y mía obviamente y le dice vas a comer la crema...y yo le digo no puede...y le VALE y le dice abrí tu boca...y yo nooooo puede....y la otra naaaada ayy mira tienes crema en tu dedo lame.....o seaaaaa Q HAGO!!! Te juro q estoy mas q desesperada...y para su hijo es la pobre víctima q no la ve a su nieta....no se q haré en las fiestas....

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    1. Entiendo perfectamente cómo te sientes pero, obviamente, hay que hacer algo. ¡Vas a terminar con los nervios de punta! Y eso no puede ser.

      Otras cosas que se me ocurren para lidiar con la suegra, porque no te puedes sulfurar antes de llegar. Todavía no ha hecho nada...

      ¿Qué pasa si vas un poco más tarde y están ella y su hijo con el bebé? Sé que te costará al principio pero haz la prueba, aunque sólo sean 20 minutos (y ella no se lo merezca porque es una bruja). Es algo que haces por ti, no por ella. Para ti la situación es insostenible, para ella es de puta madre porque cree que su hijo está de su lado y, además, está con el bebé.
      Inténtalo de todos modos, al hacerlo no sientas que ella gana. Es que esto no es una guerra porque no hay batalla, ¡el niño es tuyo!

      Si les dejas un ratito a solas a los tres, también le das una oportunidad al papá de gestionar la situación,
      que sea él el que tenga que decir a su madre que no le de pastel al bebé enfermo. Te evitas tener que hacerlo tú y darle un motivo a ella tipo "ya está la loca de mi nuera con sus chorradas".

      Mientras más te quejes de ella, más fácil será para tu pareja pasar de ti, "ya está la pesada diciendo cosas de mi madre." Y pierdes razón a sus ojos porque está harto. Desahógate con tu familia, tus amigos, tus hermanos y evita que este tema monopolice vuestras conversaciones. Así, cuando digas algo, lo escuchará.
      Y piensa que si dijeran eso de tu madre, echarías chispas (aunque nuestras madres no lo hacen, pero supongamos). Y esa tipa es su madre...
      En cualquier caso, tu relación de pareja no merece ser peor por tu suegra.

      Supongo que a ella le fastidiará mucho que el bebé llore al irse de con ella (punto para ti) pero no es grave. Sabes que siempre volverá a tus brazos.

      Y en Navidad vas, cenas y os volvéis los tres a casa. Yo no la liaría por un par de horas de nada, no te merece la pena, la discusión, la tensión.

      Interioriza que la victoria es siempre tuya, que no te haga sentirte derrotada. ¡Ánimo! ¡Tú puedes con una suegra!

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  8. Pues yo seré rara y borde pero tonterías las justas. Hay cosas que no tolero, mi hijo no es un Juguete y yo no soy un útero andante. O se respetan las cosas o distancia. Si respetan lo ven con más frecuencia, si no lo respetan las visitas se reducen, simplemente. Soy drástica? Pues no, lo primero el bienestar de mi hijo y el mío propio, sus egoísmos se los coman ellas.

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  9. Yo soy de las tuyas. Parece que como somos mujeres tenemos que aguantar de todo!! Pues estoy harta de tener que ser correcta cuando otr@s no lo son! Yo no tengo porque aguantar las frustraciones de nadie, yo no voy metiéndole en la vida de nadie y menos amargándosela!! Vive y deja vivir!! De toda la vida!!!

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  10. Curioso como las madres críticas a las suegras, siendo en muchas ocasiones la abuela materna la peor en estas cuestiones. No por ser la abuela materna tiene más derecho a ser abuela.

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