24 junio 2013

Tipología cancerosa.

Como enferma de cáncer, observo el mundo oncológico con una perspectiva diferente a la del resto de los mortales (algo más inmortales que yo, dicho sea de paso). Haber pasado la barrera, situarme a este otro lado, me permite echar un vistazo a mi alrededor y mirar este nuevo entorno con ojos curiosos, críticos, sarcásticos, irónicos, envidiosos, analíticos.

Una de mis conclusiones (muy personal y nada contrastada) es que existen distintas tipologías de enfermas de cáncer de mama. He decidido agruparlas en tres categorías.


La ¿enferma de cáncer?
No es que dude de la veracidad de la enfermedad de la paciente sino que me pregunto por qué el mío suena idéntico, se pronuncia del mismo modo, impresiona igual, genera un estremecimiento similar en tu familia, tus amigos, tus conocidos... pero nuestras experiencias no se parecen en nada.  

Esperanza Aguirre


Se supone que estamos viviendo lo mismo. Aunque su operación haya durado la mitad, le hayan dado el alta 48 horas después y 10 días más tarde vuelva al trabajo. Tampoco le van a dar quimioterapia, ni radioterapia. No se le va a caer el pelo. Se libra de la peluca.
¿Es posible que padezcamos la misma enfermedad? ¿De verdad estamos en el mismo saco? Se reincorpora al curro en menos de dos semanas mientras tú has estado 7 días en el hospital con chutes de morfina, 15 sin tener autonomía para lavarte la cabeza, un mes después necesitas ayuda para coger a tu bebé. ¿Es acaso ella más fuerte? Joder, si es mucho más vieja. ¿Más valiente? No lo creo...
Tiene cáncer de mama, es verdad, ha pasado al lado de las cancerosas. Pero comparo y decido que no es lo mismo, lo suyo es mejor.
Y su normalidad recuperada a velocidad vertiginosa me da muchísima rabia:
- Yo no puedo llevar una vida normal, estoy físicamente incapacitada para hacerlo y me da envidia que ella sí pueda.
- Me jode mucho que se lleve aplausos por su fortaleza de enferma de cáncer, no se los ha merecido (tanto).
- Su vuelta al trabajo me repatea. Como si las demás hubiésemos podido escoger, “Me quedo en casa tranquilamente, mejor, que hoy paso de ir a la oficina.”.
- Nos deja como unas exageradas, unas quejicas. No me parece un bonito gesto, francamente.
- No me parece un ejemplo, ella ha tenido más suerte y su camino es más fácil.

Con estas mujeres compartimos un diagnóstico genérico pero nuestros procesos no se parecen. Nuestro dolor tampoco. Puede que lo que nos una sea esta nueva angustia vital, estar del lado equivocado. Pero ellas no son un reflejo en el que mirarse. Son como un espejo de feria que te muestra una realidad distorsionada, mejor. Porque si te toca esta enfermedad, vas a estar jodida una temporada...


Cancerosa militante
Esta enfermedad te deja perdida. Tu vida se para de repente. Nada es lo mismo. Pero eso sólo te sucede a ti -y a tu familia-. El mundo de los demás, sigue girando. Sí se preocupan, claro, aunque no le dedican el 100% de sus pensamientos como haces tú. Y te cuesta asimilarlo. 
Uxue Barkos


Creo que éste es el germen de la cancerosa militante. Aquéllas que han decidido obligarte a ser consciente de su desgracia. Las que no te van a dejar ignorarlo. Te fuerzan a verlo. Tienes que tragártelo. Es lo primero que vas a saber de ellas. Puede que sea incluso lo único que conozcas. Tienen cáncer. Y ya está. Es todo lo que hay. El resto no importa.
Algunas van con el pañuelo. Otras, directamente calvas. La cara lavada. Sin cejas, sin pestañas. Son la encarnación del cáncer. Son todo y únicamente enfermedad. Es lo que ahora las define.
Y hay una parte de mí que lo comprende. Y otra que lo detesta. No me sienta bien. Vivo esforzándome por no pensar en el cáncer. Me obligo a ignorarlo. No quiero que me atrape el miedo, la inseguridad, la angustia... Sería un sin vivir -o un vivir de mierda-. Y ellas me obligan a redoblar esfuerzos. Su imagen es tan impactante, tan visual, tan familiar, que me deja el cuerpo cortado. Me desestabilizo. Su enfermedad puede conmigo y me atropella un poco.

Porque entre la multitud que mira sus cabezas sin pelo, no sólo están aquéllos que no quieren ver por comodidad, también estamos las que hemos elegido la ceguera por supervivencia. Y con ellas delante, es más difícil lograrlo.


Las demás
Y luego estamos todas las que pasamos desapercibidas entre la gente, camufladas. No nos ves. No sabes lo que estamos pasando. No eres consciente de que nuestra vida, de la noche a la mañana, ha dado un giro brutal. Te cruzarás con nosotras sin saber que ahora somos diferentes. Parecemos las mismas aunque ya nunca más lo seamos.

Nosotras sí somos capaces de reconocernos. Sabemos quién forma parte de este club de mierda. Los cambios son muy sutiles, imposible darse cuenta si no se ha vivido de demasiado cerca. Pero las evidencias están ahí y nosotras las vemos -sin querer-. Distinguimos las pelucas. Están muy bien hechas, no se notan nada. Salvo si has llevado una. Entonces, percibes la manera concreta en la que cae el pelo sintético. Ves cómo sienta en la nuca, inconfundible. La pinta que tiene un cuero cabelludo postizo es detectable si ya has llevado uno. Nunca hay un mechón detrás de la oreja.
La cara también da pistas. La cortisona le da un aspecto hinchado, de una manera muy concreta. Las cejas que clarean, las pestañas casi ausentes, un herpes en los labios o en la nariz. Pequeñas huellas que deja la quimio a su paso y, que si has tratado con ella, reconoces fácilmente.

Yo decidí no verme enferma. Traté de sentirme bien. Intenté que el cáncer no acaparara toda mi vida. Así que me puse peluca y quitaojeras, pote, polvos correctores, polvos bronceadores, colorete, sombra de ojos, iluminador, eyeliner, lápiz de cejas, perfilador, barra de labios...


10 comentarios:

  1. "también estamos las que hemos elegido la ceguera por supervivencia"
    Qué claro.
    Tanto para el cáncer como para otros temas, de esto sabemos mucho en mi familia.
    Paso a paso hacia delante, siempre hacia delante.

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    1. “Always look on the bright/light/right side of life...” Monty Python dixit.

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  2. Genial el post, Lolichi. No le falta ni le sobra nada.

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  3. Por fin hay alguien que habla en plata¡Yo soy de esas de " las demás " y como no se escribir también como tu , te doy las gracias por explicarlo también porque para las que desgraciadamente tengan que pasar por esto es mejor para una misma y para los que te quieren, ser de ese 3 grupo , el que no quiere verse fea y enferma porque no sirve de nada . La anciana

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  4. Vamos ahí mamina con la peluca y el eyeliner!!
    Yo tampoco quiero ver!
    Viva la ceguera!! (Todos a una!!)

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  5. brave, pero que very brave! Pedazo post. Enhorabuena. Por tener el mundo interno del que pueden salir posiciones (sensaciones más bien imagino),así.
    chapeu!

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    1. ¡Muchas gracias!
      Pero no quedaba otra que caminarlo...

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    1. ¡Gracias Sol! Tengo autoridad moral para opinar libremente del asunto (que preferiría no tenerla, ¿eh?).

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