Todos
hemos utilizado disculpas para no hacer algo. Pasar de una cena, una quedada
con amigos, compromisos familiares. Porque te da muchísima pereza, tanta, que
no estás dispuesto a hacer el esfuerzo que supone levantarte del sofá. Aunque
te vaya a compensar con creces salir, airearte y cargar las pilas. Pero eres es
incapaz de mirar más allá y decides lanzar una excusa drama.
Encuadro
en este género todos aquellos motivos melodramáticos que expones ante el
público -que sí va a ir al evento del que te quieres escaquear- pero que les
impide decir “¡Menuda excusaza! Lo que pasa es que no te apetece venir.” porque
parecerían unos miserables.
Todos
sabemos que se trata de una excusa drama porque las hemos utilizado alguna vez
y, claro, podemos detectarlas. Pero necesitamos soltarla.
EXCUSA DRAMA NIVEL I
Las
más clásicas y habituales, valen para cualquier situación.
Estoy
agotado.
Es
la ganga de las excusas drama. “El perro se comió los deberes” del mundo
adulto. Responderías mil millones de cosas porque “¡Joder, yo también estoy
cansado! A ver si te piensas que yo no curro, no tengo familia y me paso las
horas tocándome los pies.” pero, normalmente, no dices nada. Aunque puede ser
que esté tan trillada que dejes caer una ironía con cara maléfica porque se te
están hinchando las narices. “Estás siempre muy cansado, ¿no? A ver si vas a
tener anemia. Yo me haría unos análisis...”.
No
me encuentro muy bien.
Es
la segunda más barata de las excusas drama. Está muy, muy vista y nada currada.
Es lo más parecido al “No me apetece una mierda.” que se despacha. Obviamente,
el público sabe de sobra que no quieres ir y punto. Pero no dirá nada porque
hemos tocado, muy de refilón, el tema malestar físico.
Estoy
cansada, es que con esto del embarazo llego a casa y sólo quiero tirarme en el
sofá...
Si
eres de las pioneras, tu entorno no sospechará y saldrás airosa aunque estés de
7 semanas y te encuentres como una rosa.
Si
tu audiencia cuenta ya con algo de experiencia en la maternidad, se sabrá que
es una excusa drama muy poco elaborada.
Si
se lo sueltas a tus amigas que, aun estando embarazadas, con nauseas
infernales, tripas gigantescas, otro bebé y 40 semanas pasadas de embarazo, han
hecho eso de lo que tú te quieres escaquear, es que no sé en qué estabas
pensando...
¡¿De
verdad creías que iba colar?!
Tengo
un poco de fiebre.
Evolución
natural del No me encuentro muy bien, subiendo la apuesta con autodiagnóstico
médico, que suena mucho más serio... Como la excusa drama no incluye
temperatura, , es probable que esté entre 36,5º y 37,1º, una febrícula de nada,
sino lo mencionarías seguro y pasaríamos a la siguiente fase...
Estoy
con 38º.
Si
es excusa drama o no dependerá de la evolución de la “enfermedad”.
Si
lo dices a mediados de semana y, al día siguiente, curras, te vas de compras o
a tomar unos vinos, te pillamos, era una coartada.
Si
lo comentas un viernes, elabora un poco más y no te olvides de apostillar que
te has pasado el fin de semana en casa en la cama para que suene más verídico.
En cualquier caso, no se recomienda abusar de la fiebre, tu audiencia acabará
sospechando.
EXCUSA DRAMA NIVEL II
Pasamos
a una cota superior de excusa dramática. Éstas se utilizan para no acudir a
temas importantes (bodas, eventos familiares, planes de fin de semana...). Por
supuesto, hace falta que se den determinadas circunstancias, sino serían unas
trolas imperdonables.
Puedo
parecer insensible pero es que hemos subido de categoría, estamos en un Nivel
II y son excusas mayores... Lo que sucede, como en el Nivel I, es que no tienes
ni media gana de hacer algo, te supone un esfuerzo mastodóntico y ésta es la
respuesta perfecta: te libras de ir, no te sientes culpable y puedes incluso
llegar a ser el centro de atenciones y cuidados de tu público.
Nota:
Si utilizas un Tipo II para una cena o una comida, te estás sobreexcusando. Tu
audiencia sabrá, esta vez por exceso, que estás utilizando un subterfugio muy
elaborado y que eres, además, un cabrón por hacerlo.
Tengo
que cuidar de un pariente enfermo (grado variable pero no alarmante) o con
alguna incapacidad (no excesivamente limitadora).
Si
otras veces que sí te apetecía hacer algo, ese familiar se podía quedar en casa
solo y tú te pirabas tranquilamente, es excusa.
Si
hay más familiares que pueden hacerse cargo de él y que nunca salen y este
finde tampoco, es excusa.
Si
te toca a ti pero pasas de cambiar el turno como haces otras veces que tienes
ganas, es excusa.
Así
que, sí, te pillamos, no tienes ganas de ir pero sabes que te estás pegando una
escaqueada memorable y recurres al drama. Pero nadie dirá nada porque suena
fatal. Pero sigue siendo una excusa.
Tengo
que cuidar de mi padre/madre/hermano hospitalizado o muy enfermo.
Subimos
la apuesta.
Si
has tenido algún familiar hospitalizado conoces bien el funcionamiento; lo más
habitual es hacer turnos (para no coincidir todos al mismo tiempo o que uno
pringue las 24 horas). Así que, en algún momento, te toca librar y se hace un
hueco en tu agenda.
Normalmente,
mencionas al enfermo en lugar del cansancio -que es lo que realmente te pasa-
porque la situación requiere un pretexto potente o porque quieres dar un poco
de pena y que te hagan caso y unos mimos. En ambos casos es garantía de éxito.
No
soy ninguna despiadada, sé que es una excusa drama porque yo he tenido a mi
padre, a mi madre y a mis hermanas hospitalizados y una de las cosas que más me
apetecía era pirarme de allí y hacer cualquier cosa. Otras, lo último que
quería era salir y hablaba de hospitales y enfermedades. Era cierto pero era
una disculpa. No tenía ganas, me daba pereza y prefería quedarme en casa.
Es
que con esto de la quimio...
¡Órdago
a excusa drama!
Obviamente,
ésta no la puede utilizar todo el mundo. Pero es la más eficaz de Nivel II. Tu
público no suele tener experiencia y no sabe que te estás escaqueando. Pero tú
sí. Hoy no te apetece hacer el esfuerzo que has hecho otras veces. Es excusa. Y
sí, eres un poco hijo de puta porque estás escurriendo el bulto con un
melodrama. Pero también sabes que esto no te lo va a discutir nadie porque
parecerían unos insensibles de cuidado. Y esa certeza da mucha tranquilidad.
Así
que no te creas todo lo que te dices porque, los demás, no siempre lo hacen.
"me acaba de bajar la regla y me duele un montón" de lo más usado y de lo más rastrero, hace siglos que hay remedio para eso ¬¬
ResponderEliminarAntes me he acordado de ésa, Alele. Diría que sólo puede colar con un público masculino. Nosotras somos de "¡Pues tómate un Ibuprofeno!" y pensar "Que pareces nueva, coño."
ResponderEliminarLola me muero de risa!!!He llegado aquí por una de esas casualidades nada casual y creo que voy a quedarme!Eres genial!!!
ResponderEliminar¡Me alegra oír eso! Aquí estaré, encantada de recibirte en mi morada blogosférica.
EliminarHe estado aqui y te he leido!!! y me he reido bastante la verdad...
ResponderEliminar¡Muchas gracias por venir, Moli! Un placer recibirte chez moi. Si lo hubiese sabido, te habría puesto unas pastitas...
EliminarLola eres tu? Entonces era una excusa lo de la regla? Porque eres así tengo que pensar en lo que has hecho me voy a lo de mi madre (excusa para irse de fiesta con los pibes)
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