20 junio 2013

El bodrio femenino.

Me gusta leer, mucho y variado. Dependiendo del momento, elegiré libros con algo de enjundia, un poco más profundos, puede que más densos y que requieran atención. Otras, sólo seré capaz de novelas ligeras, tanto que son auténticos bodrios.

Dentro de esta categoría, incluyo géneros muy diferentes entre sí. Uno de los más míticos en mi casa es la “literatura” para chicas -o chick lit para darle caché con el término anglosajón-. Pero es un bodrio con piel maquillada, colorete y pintalabios rojo.

 Mi estantería bazofia

Son libros de tías así que tenemos garantizada una historia de amor llena de topicazos y giros esperadísimos que siempre termina bien, súper increíble o rizando el rizo de la felicidad suprema.

La autora* puede escribir una historia divertida y que, incluso, te sorprenda contándote lo de siempre con sentido del humor, reinventando un clásico o aportando algo nuevo. Aunque también tenemos a las que hacen de sus protagonistas unas sinsorgas insoportables, incontinentes verbales, irresponsables e inmaduras. A mí me dan ganas de cargarme a la novelista y a su creación, por lerdas.

* Exceptuando a Federico Moccia, no conozco a ningún hombre que se dedique a esto.


La portada

Su discreto y elegante diseño cuenta con tapas de colores pastel o fosforito (rosa, azul, verde, amarillo) y alguno de estos elementos (o una sabia combinación de varios): barra de labios, stilettos, fotografía en blanco y negro de una parte del cuerpo o la cara (un ojo, una boca, un torso, unas piernas), bolsas de tiendas de ropa y cajas de zapatos.
  

Creo que se trata de no pasar inadvertida entre la multitud. Gracias a los editores, no puedo leer mi bodrio discretamente sino que tengo que pregonar a los cuatro vientos la basurilla por la que me he decantado.
Y tampoco me apetece ir por el metro haciendo amigos, “¡Leo a Marian Keyes! ¿Qué pasa? ¿Tienes algún problema? ¡Pues deja de mirarme, coño! A ver, ¿y tú qué estás leyendo? ¡Ohhh! Te creerás muy listo con tu tocho cultureta...”. Porque la gente que fisga lo que estás leyendo son, a su vez, lectores. Y, sí, se han dando cuenta de tu crimen y no es que me haga demasiada ilusión ir con Isabella de compras se enamora de un caballero medieval, porque también leo cosas guays y justo me van pillar con semejante mierda.

Así que agradecería un poquito de moderación en el diseño, por favor, que tampoco cuesta tanto.


El argumento

La historia viene a ser Blancanieves, la Cenicienta y/o la Bella y la Bestia con atrezo de oficina en vez de bosque encantado y castillo. No son más que cuentos de princesas así que nos toparemos con una de las dos vertientes clásicas de protagonista.
- La chica normalita con muchísimos valores enamorada del triunfador macizo que pasa de ella. Por supuesto, tenemos que identificarnos con ella porque nosotras también somos súper buenas y tenemos un gran interior que sólo un gran tipo puede descubrir.
- La tía buenorra (incluso forrada) que no encuentra el amor a pesar de todas sus virtudes. Los hombres que pasan por su vida (y por su cama, que es un libro para mayores) no ven más allá de su físico y ella está harta de no ser más que una mujer florero porque tiene mucho que aportar.

Dependiendo de qué tipo de mujer se trate, le corresponderá una versión masculina determinada:
- El galán que cae rendido a los pies de esa chica apocada que resulta ser un pibón (o pivón) tras sus gafas de carey.
- El tímido pero sumamente atractivo que no se atreve a mirar a nuestra chica aunque ambos están mutuamente enamorados en secreto.

La novelista nos hará creer que ella y él se detestan cuando, en realidad, es amor, pasión y deseo. Como sabemos a ciencia cierta que esto es lo que va a suceder, la intriga -y trama principal del libro- pasa a ser cómo y cuándo se darán cuenta de que están enamorados, son mucho mejores de lo que el otro cree, están deseando que les amen tal y como son y están súper buenos bajo esa ropa andrajosa.


El desenlace

Obviamente, va a ser un happy end. La novela acaba como debe ser, son felices y comen perdices. Tenemos besos que erizan sus pieles, deseo bestial nunca antes experimentado, fuegos artificiales con cada magreo, boda sencilla con todo lujo de detalles (en los libros son dos cosas perfectamente compatibles, ceremonia campestre con escultura de hielo y sin despeinarse), complicidad sobrenatural, miradas que expresan la profundidad, pureza y sinceridad de sus sentimientos, risa como nueva banda sonora de sus vidas, el gorgoteo de un bebé que les hace ya rebosar de felicidad -porque el vaso está tan lleno que más dicha sólo puede hacerlo desbordar- y fin. Pero es que es un cuento, el bien, el amor, la justicia, la amistad triunfan siempre.

A ver si todavía va a ganar la madrastra pérfida... Si, encima de leerme un bodrio, terminase mal y la fea fuera un adefesio incompetente y el galán pasara olímpicamente de ella, creo que iría a casa de la tipa y, a punta de pistola, le exigiría un final alternativo. A mí que no me hagan perder el tiempo con chorradas...

9 comentarios:

  1. Al macizorro se le describe con todo lujo de detalles pero a la prota apenas se dice nada (una chica normalita aunque todo el mundo me dice que soy super guaper) para que te superidentifiques con ella. Y así a sido siempre desde las hermanas Bronte.
    (yo estos libros los leo en kindle)

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    1. ¡Mira qué lista Alele! En Kindle puedes leer bodrios y seguirás pareciendo intelectualoide. Si tienes un e-book, es que pilotas y no lees basura.
      Y tengo Cumbres Borrascosas en mi biblio esperando su momento...

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  2. Esos libros que comentas son un poco como las películas de la sobremesa que dan en Antena 3. Además, suelen tener unos títulos de los más molones: Inocencia Robada, Falsa atracción, Crimen y pasión y mi favorito La ramera errante. Supongo que estarán basadas en los bodriacos esos.

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    1. En las pelis de A3TV, ellas son, además, unas hijas de puta psicópatas asesinas que quieren matarle por alguna venganza intrascendente.
      Me apunto La ramera errante.

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  3. Lola, ¡me ha encantado! ¡TODO! ¡La portada del libro es bestial!Leer de vez en cuando Bodrios Femeninos es terapéutico a tope.

    Eso sí, habitualmente no encuentro producto ibérico...¿todas las autoras son extranjeras?

    El único que me he leído "Made in Spain" es de los que clasificas como de cargarse a la novelista...No sé si es que la ambientación local enfatizaba lo chungo y poco creíble que era todo: Publicista veinteañera, gordita pero inteligente, enamorada de tío guaperas y que, obviamente finalmente cae rendido a sus pies después de múltiples desencuentros se supone que graciosos...De esos libros que te ponen nerviosa de lo malos que son...pero que sigues leyendo porque tienes la esperanza de que mejoren.

    Vamos que, en principio y, salvo recomendaciones específicas me quedo con los Bodrios Femeninos guiris.

    Besos,

    Pilar

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  4. Yo, para hacerme la que lee menos basura o saca algo en claro, intento leerlos en inglés o francés. Me aporta muchísimo vocabulario súper útil como sandals, heels, trendy, dating, fancy, workmate, French kiss, foreplay…
    En el panorama nacional, tenemos a Fiona Ferrer lanzada con sus WACU Girls. El nombre es el acrónimo de World, Ambitious, Cool and Unique, ¡qué súper chachi! Una idea genial que se le ocurrió a ella solita sin la colaboración de ningún negro. Y el segundo libro empieza con un sutil “Ufffff, qué polvo.”. De momento, voy a seguir con las guiris.

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  5. Hola! Te he dejado un pequeño reconocimiento en mi blog. Espero que te guste!
    http://www.tenacitasycia.blogspot.com.es/2013/06/best-blog-award.html?m=1

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  6. Me descojono con la Lola, yo soy uno de esos tipos que no pueden evitar otear el título del libro que lee la chica de enfrente. Y sí, digo chica porque nunca me suele interesar lo que leen los machos - en general - o las hembras que están fuera de edades fértiles - en particular -.
    Incluso cuando van con un ebook, si se ponen cerca apunto inquisidoramente a algún párrafo, a ver qué llevan ahí.


    Me encanta tu blog.

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    1. Yo fisgo cualquier libro ajeno, sin distinción de sexo, edad, color. Curiosidad, saber si lo he leído, lo conozco, lo tengo fichado...
      El lector es, además, un poco rara avis así que, cuando me cruzo con alguno, siento el extraño vínculo del que reconoce a los de su clan. Un poco sectario pero inevitable, “sí, somos de ésos.”.
      ¡Qué bien que te encante el blog!

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