04 junio 2013

Clásicos de hoy y siempre: La pataleta.

El otro día me enfrenté a un clásico número infantil: la pataleta.



Como se aprecia en la foto, el Gordito es un actor del Método. Ejecuta su papel a la perfección.

Puedes sentir el drama, el dolor, la desesperación.
Te transmite todo su desasosiego.
Sientes su frustración, su amargura.
Te obliga a ponerte en su lugar, a experimentar sus sensaciones desgarradoras.
Te invita a que te asomes al abismo que es ahora su vida.
Y lo haces. Y tu corazón se encoge en un espasmo.
El tiempo parece detenerse en ese instante de pena infinita.
Todo se congela, sólo están él y su tristeza.
Su llanto te destroza el alma.
¿Podré olvidar ese sonido?
¿Me despertaré a las noches empapada de sudor?
La actuación ha sido de Óscar.
El público está fascinado, hipnotizado.
Mujeres boquiabiertas, niños petrificados, miradas reprobatorias a la progenitora. Brutal.
Una incluso va más allá y lanza un comentario inquisitorio a la que su madre, cámara en ristre para inmortalizar el momento, no puede más que responder “¡Señora! ¡Es la pataleta de toda la vida!”

4 comentarios:

  1. Jajajaja, estoy contigo, es increible como se curran las rabietas, a mi marido y a mi hace poco nos llamaron de la recepción del hotel donde nos alojábamos para ver que estaba pasando en la habitación...
    Y que estaba pasando? la niña quería un pijama azul y no el rosa que nos habíamos llevado de viaje...vaya gritos, temblaba el hotel entero,y los vecinos poco menos que pensando que pegábamos a la pobre criatura!!

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  2. Resulta que ahora el niño siempre tiene la razón y los padres somos unos déspotas desalmados.
    Ojalá hubieses podido convocar una reunión de urgencia en el hall del hotel para explicar el asunto del pijama azul a todos los huéspedes.

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  3. jajaja!! Alejo un poco el zoom - mentalmente - y me imagino una escena cojonuda.

    Desde un punto de vista psicológico, hay que plantarse. No dejamos de ser animalitos que, obteniendo lo que pretendemos, reforzamos nuestra conducta. En este caso, el Método.

    Un abrazo.

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    1. Zoom out: Madre aguantando el tipo, paseantes esquivando a la criatura, codazos, malas caras, sorpresa, descojono generalizado...
      Él es terco pero, sorpresa, ha salido a madre y son 30 años de ventaja; más sabe el diablo por viejo.

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